EMULSIÓN REPARADORA BARRERA CUTÁNEA CORPORAL

La piel tiene, dentro de sus funciones, la función de actuar como barrera evitando la pérdida de agua y electrolitos y bloqueando la penetración de moléculas indeseables o nocivas desde el medio ambiente como agentes químicos, microorganismos y alergenos. Cambios en el medio ambiente, el envejecimiento, el stress,  la nutrición y diferentes patologías alteran la barrera cutánea, desencadenando un proceso inflamatorio o metabólico, dando lugar a un engrosamiento de la piel o a un proceso anormal de la queratinización, con descamación, trastornos de los lípidos y la aparición de la clásica piel seca.

La barrera responsable de la permeabilidad de la piel se sitúa en el estrato córneo y está formada fundamentalmente por ceramidas, ácidos grasos libres  y colesterol.  La disposición de estos lípidos es crucial en la regulación de procesos de intercambio y almacenamiento de agua y en la penetración transdérmica de agentes liposolubles. Las pieles atópicas tienen anomalías en su función barrera por alteración de los lípidos epidérmicos.

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel, caracterizada por una resequedad cutánea extrema y por manchas rojas con frecuencia cubiertas de pequeñas vesículas («ampollitas») que causan una comezón severa.

En las dermatitis atópicas o eccema, se produce un aumento de agua en el estrato córneo con lo que los corneocitos se contraen y se abren fisuras facilitando la entrada de sustancias alergénicas, irritantes y gérmenes dando lugar a lesiones pruriginosas, enrojecimiento y picazón.

La avena tiene acción calmante de la irritación y el prurito. El aceite de oliva aporta lípidos reestructurales de la barrera y vitamina E como antioxidante. La vitamina B5 interviene en el metabolismo de la síntesis de grasas mejorando la reconstitución de los lípidos que forman la barrea cutánea. La vitamina B3 es esencial en el metabolismo energético celular y en la reparación del ADN y disminuye la lipolisis, es antioxidante e interviene en la biosíntesis de ácidos grasos y colesterol.

El Omega3 actúa como antiinflamatorio modulando la respuesta inmunológica de la piel, ya que en los pacientes con dermatitis atópica existe una excesiva respuesta linfocitaria de los Thelper2 frente a los antígenos. Esta respuesta aumenta las interleuquinas que a su vez aumentan la síntesis de IgE y la expresión de receptores para IgE en las células de Langerhans, principales presentadoras de antígenos en la piel. La presentación de antígenos determina cambios conformacionales en el linfocito nativo Th, desencandenándose una respuesta linfocitaria Th1 o Th2.

La mayor producción de PGE2, por los monocitos activados por antígeno, disminuye la respuesta linfocítica Th1, aumentando indirectamente la producción de citoquinas IL-4, IL-5, e IL-10, por los linfocitos T helper 2 (Th2). La Prostaglandina E₂ es producida a partir del ácido araquidónico (AA, 20:4 n-6), ácido graso poliinsaturado de la serie n-6, que se encuentra en los fosfolípidos plasmáticos y de membrana.

La serie de eicosanoides sintetizada dependerá del ácido graso predominante en los fosfolípidos de la membrana celular. En general, el ácido araquidónico es el principal precursor, y a partir de él se sintetizan la serie 2 de prostaglandinas y tromboxanos, y la serie 4 de leucotrienos. De los ácidos grasos omega-3, el EPA y DHA son los inhibidores más potentes de la producción de PGE2, mediado por una disminución de la actividad de la ciclooxigenasa-2.

Esta crema puede ser utilizada en pieles resecas o deshidratadas, pieles con várices, pieles atópicas, dermatitis atópica, dermatitis del pañal, post solar.

Refuerza y reconstituye la función de barrera de la piel y disminuye el picor, irritación o el eczema.